07 Abr Filtración Tangencial de la cerveza: Garantiza la estabilidad del producto final
Hablar de la Industria Cervecera y de la filtración tangencial es hablar de una sinergia que comenzó años atrás con la energía y vitalidad de los nuevos proyectos; y que en la actualidad ha perpetuado su alianza con la investigación y el desarrollo tecnológico para revolucionar y dinamizar al sector. En este tiempo, se ha logrado la especialización, diversificación y la mejora de la estabilidad de este producto, al que el consumidor exige cada vez más calidad.
La filtración tangencial utiliza membranas orgánicas donde se obtiene un permeado (cerveza filtrada), un rechazo y un concentrado. En nuestro sistema, el rechazo también entra en el concentrado, que recircula sobre el equipo, y que gracias a un ajuste de caudal/presión es capaz de tratar el volumen del depósito, sin necesidad de coadyuvantes, filtros desechables, ni generación de residuos. Garantiza lo siguiente:
- La limpieza, clarificación y brillantez del producto final, eliminando la turbidez mediante la separación selectiva de las moléculas coloidales que la provocan.
- La eliminación de los compuestos microbiológicos residuales producidos tras la fermentación. Sin alterar la personalidad organoléptica del producto final, asegura una conservación y estabilidad biológica más eficiente y duradera. De esta importante característica vinculada a la integridad química y caducidad del producto hablaremos en este post.
Filtración Tangencial de la cerveza: Cómo garantizar su estabilidad
¿Qué es y de qué depende la estabilización de la cerveza?
La estabilización de la cerveza es el proceso mediante el cual se inactiva e inhibe microbiológicamente a la cerveza, antes de su envasado, para asegurar y garantizar la inalterabilidad de sus propiedades fisicoquímicas durante un periodo de tiempo controlado y más duradero, y evitar modificaciones o refermentaciones una vez envasada la cerveza, ante cualquier variación de las condiciones ambientales ante las que pudiera ser sensible (temperatura, presión, luminosidad, vibraciones…).
Dicha estabilización se obtiene gracias a la aplicación de alguna de las siguientes tecnologías:
- Pasteurización: Tratamiento térmico por el que se aplican temperaturas contrastadas en intervalos de tiempo precisos. Su unidad de medida es el PU (Unidades de Pasteurización) equivalente a un minuto de tratamiento a 60ºC. Este proceso puede ser aplicado antes (pasteurización flash a 71ºC durante 20 segundos) o después del embotellado (pasteurización túnel a 62ºC durante 8 minutos).
- Filtración tangencial: Tecnología que realiza la esterilización sin aplicación de calor, mediante un riguroso control microbiológico, que inhibe, inactiva y establece la necesaria asepsia, frente a contaminaciones, riesgos sanitarios y futuras activaciones e interacciones químicas. Este sofisticado proceso separativo conseguirá la esterilización directa e instantánea del producto, preservando en mayor medida las características organolépticas de la cerveza final.
Esta tecnología que no precisa de ningún módulo de pasteurización instantánea, realiza en un mismo ciclo los procesos de clarificación, estabilización y esterilización de la cerveza, conservando la personalidad biológica y eliminando los residuos y cualquier posibilidad de activación e interacción de estos con otros componentes, que pudieran provocar reacciones y la consiguiente degradación química del producto.
La membrana tangencial orgánica de polietersulfona, dispone de un diseño de la fibra hueca, una superficie y un grado de filtración, que realiza una filtración respetuosa de la cerveza. Las analíticas contrastarán la ausencia de levadura en el producto final, pero si se requiere una filtración final estéril propiamente dicha con prueba de integridad, habrá que recurrir después de la filtración tangencial y justo antes del envasado, a una filtración con cartucho de membrana estéril.
Tanto las botellas o barriles, mangueras y línea de embotellado, estarán también debidamente esterilizadas.
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